OFTALMOLOGÍA /LA ENFERMEDAD ES MÁS FRECUENTE DESPUÉS DE LOS 40 AÑOS
En la Argentina más de un millón
de personas padecen glaucoma
El glaucoma es un conjunto de enfermedades que se caracterizan por la afección del nervio óptico, determinado por el aumento de la presión intraocular, aunque ésta no es la única causa. Esta afectación produce la disminución visual y genera pérdida del campo visual.
Se considera la presión intraocular entre 10 y 21 mmHg como normal, pero, en realidad, no existe un valor único de presión ocular para todos.
Es especialmente peligrosa porque es totalmente asintomática en su forma más común. Todas las personas están expuestas, aunque se sabe que es más frecuente después de los 40 años. Raramente puede afectar a niños y jóvenes.
El trastorno es en ocasiones hereditario y en otras no. El antecedente familiar de glaucoma debe incentivar el control de presión ocular. Generalmente, hay una obstrucción en el filtrado de líquido del ojo, que genera que al no poder evacuarse correctamente, aumente la presión en su interior, promoviendo el daño.
La forma más frecuente del padecimiento es el glaucoma primario de ángulo abierto, deformación que tiene como principal causa el factor hereditario, además de la raza, miopía, diabetes e hipertensión.
A estos motivos, hay que añadir el hecho de que generalmente la enfermedad no presenta síntomas y cuando aparece el dolor en el ojo, el daño está muy avanzado y la ceguera es irreversible.
En los controles oftalmológicos de rutina, los oftalmólogos toman la presión ocular y observan los nervios ópticos de los pacientes con aparatos diseñados para este fin.
Si existen dudas diagnósticas, se recurre a estudios más precisos y complejos a fin de determinar con mayor certeza los casos más difíciles. El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo y la primera de ceguera no recuperable (la primera es la catarata).
Afecta a 60 millones de personas. En la Argentina, lo padecen más de un millón de personas. Tiene una prevalencia del orden del 2,5% de la población en mayores de 40 años y 6,6% en mayores de 75.
Un dato que llama la atención: 9 de cada 10 personas con glaucoma que habitan en países en desarrollo nunca oyeron hablar de esta patología.
Por otra parte, el incumplimiento del tratamiento puede ascender hasta el 80%. Sobre este punto, la primera etapa del tratamiento (y en la que se estanca la mayoría de la población que lo padece) es en la colocación de la medicación específica -gotas- en los ojos para disminuir la presión intraocular.
Más allá de que las gotas sean bien toleradas, no cumplir adecuadamente con el procedimiento es una de sus principales causas de fracaso.
En el marco de la campaña nacional de prevención se realizaron controles gratuitos en diferentes ciudades del país.
Se considera la presión intraocular entre 10 y 21 mmHg como normal, pero, en realidad, no existe un valor único de presión ocular para todos.
Es especialmente peligrosa porque es totalmente asintomática en su forma más común. Todas las personas están expuestas, aunque se sabe que es más frecuente después de los 40 años. Raramente puede afectar a niños y jóvenes.
El trastorno es en ocasiones hereditario y en otras no. El antecedente familiar de glaucoma debe incentivar el control de presión ocular. Generalmente, hay una obstrucción en el filtrado de líquido del ojo, que genera que al no poder evacuarse correctamente, aumente la presión en su interior, promoviendo el daño.
La forma más frecuente del padecimiento es el glaucoma primario de ángulo abierto, deformación que tiene como principal causa el factor hereditario, además de la raza, miopía, diabetes e hipertensión.
A estos motivos, hay que añadir el hecho de que generalmente la enfermedad no presenta síntomas y cuando aparece el dolor en el ojo, el daño está muy avanzado y la ceguera es irreversible.
En los controles oftalmológicos de rutina, los oftalmólogos toman la presión ocular y observan los nervios ópticos de los pacientes con aparatos diseñados para este fin.
Si existen dudas diagnósticas, se recurre a estudios más precisos y complejos a fin de determinar con mayor certeza los casos más difíciles. El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo y la primera de ceguera no recuperable (la primera es la catarata).
Afecta a 60 millones de personas. En la Argentina, lo padecen más de un millón de personas. Tiene una prevalencia del orden del 2,5% de la población en mayores de 40 años y 6,6% en mayores de 75.
Un dato que llama la atención: 9 de cada 10 personas con glaucoma que habitan en países en desarrollo nunca oyeron hablar de esta patología.
Por otra parte, el incumplimiento del tratamiento puede ascender hasta el 80%. Sobre este punto, la primera etapa del tratamiento (y en la que se estanca la mayoría de la población que lo padece) es en la colocación de la medicación específica -gotas- en los ojos para disminuir la presión intraocular.
Más allá de que las gotas sean bien toleradas, no cumplir adecuadamente con el procedimiento es una de sus principales causas de fracaso.
En el marco de la campaña nacional de prevención se realizaron controles gratuitos en diferentes ciudades del país.
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