El alcohol es algo a lo que estamos acostumbrados y que está
presente en todas nuestras celebraciones. La verdad que casi nadie lo considera
como algo negativo, sino que para la mayoría de la gente en una de las mejores
maneras de pasarlo bien cuando se está relajado o de fiesta. Pero no debemos
olvidar que puede ser muy malo para el organismo. Nosotros en esta ocasión nos
vamos a detener en lo nocivo que es a la hora de conservar la belleza, ya que
es un arma contra ella.
La belleza y la frescura es un claro reflejo de la salud y depende mucho de cómo se encuentre nuestro cuerpo a nivel interno, además, como hemos visto en infinidad de ocasiones, los alimentos tienen mucha importancia a la hora de estar en perfecto estado interno y externo.
Daños internos que provoca el alcohol
En primer lugar nos vamos a detener en los daños internos, y es que es perjudicial su abuso para el hígado y los riñones. Esto es debido a que el alcohol se sintetiza a través de estos órganos, lo que supone una sobrecarga para los mismos, que puede acabar desencadenando una serie de enfermedades. A esto hay que sumar las calorías que el alcohol nos aporta y que se acumulan en el organismo en forma de acetato, lo que hace que lo consumamos como energía en vez de echar mano de las reservas de grasa del organismo.
Daños externos del alcohol
No hay que olvidar el efecto que el alcohol tendrá en la piel. A nivel interno son muchos los daños, y estos se traducen en la piel. El alcohol acelera el envejecimiento, ya que lo que propicia es la pérdida de hidratación. Además el alcohol lo que hace es destruir muchas de las vitaminas que consumimos a través de los alimentos, evitando que protejan a las células de los ataques de los radicales libres y con ello de mantener unos tejidos, entre ellos la piel, de estar en perfectas condiciones.
Peo no solo sucede esto en la piel con el exceso de alcohol, sino que también es el causante de la aparición de acné y rojeces en la piel. Además su ingesta habitual hará que seamos propensos a la acumulación de líquidos y a la formación de bolsas en los ojos, retenciones que acabarán por generar celulitis en determinadas partes del cuerpo.
Es importante que tengamos esto en cuenta, ya que lo que parece un sencillo gesto puede acabar desencadenando una serie de problemas a nivel físico que nos mermarán enormemente la belleza exterior, sin contar con el daño que podemos llegar a hacernos por dentro si no controlamos la ingesta de alcohol.
No hay que olvidar el efecto que el alcohol tendrá en la piel. A nivel interno son muchos los daños, y estos se traducen en la piel. El alcohol acelera el envejecimiento, ya que lo que propicia es la pérdida de hidratación. Además el alcohol lo que hace es destruir muchas de las vitaminas que consumimos a través de los alimentos, evitando que protejan a las células de los ataques de los radicales libres y con ello de mantener unos tejidos, entre ellos la piel, de estar en perfectas condiciones.
Peo no solo sucede esto en la piel con el exceso de alcohol, sino que también es el causante de la aparición de acné y rojeces en la piel. Además su ingesta habitual hará que seamos propensos a la acumulación de líquidos y a la formación de bolsas en los ojos, retenciones que acabarán por generar celulitis en determinadas partes del cuerpo.
Es importante que tengamos esto en cuenta, ya que lo que parece un sencillo gesto puede acabar desencadenando una serie de problemas a nivel físico que nos mermarán enormemente la belleza exterior, sin contar con el daño que podemos llegar a hacernos por dentro si no controlamos la ingesta de alcohol.
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