Trastornos de sueño: La mitad
de los argentinos duerme mal
La mayoría de las personas pasa un tercio de su vida durmiendo. Los trastornos del sueño son una epidemia silenciosa que afecta cada vez más a la población. La prevalencia “global” de trastornos del sueño es de aproximadamente 46 al 50%, cifras extrapolables a nuestro país.
Aunque muchos afirmen que sólo necesitan cuatro o cinco horas de sueño por día para estar descansados, lo cierto es que dormir poco provoca decaimiento, alteraciones del carácter, somnolencia durante el día, etc.
Principales trastornos
El insomnio. La población femenina suele ser la más afectada. Se trata de un sueño pobre e insuficiente. Se calcula que afecta entre el 19 al 35% de la población general. Incrementa la comorbilidad cardiovascular y en más del 50% el desarrollo de depresión. El paciente tiene la posibilidad de dormir pero no posee la habilidad para hacerlo. No puede tampoco dormir siestas.
Las Parasomnias son principalmente conductas motoras durante el sueño, más frecuente en niños pero en adultos suele predecir, el desarrollo muchos años después de parkinsonismo.
El Síndrome de piernas inquietas o enfermedad de Willis Ekbom se caracteriza por molestias/inquietud en las piernas de rodilla a tobillo, que empeoran estando sentado o en reposo, aparecen en horario vespertino y mejoran con la marcha (actividad física). Generalmente impiden conciliar el sueño. Varias causas lo pueden provocar.
En la hipersomnia (sueño excesivo), la principal causa es la privación crónica de sueño.
Narcolepsia: principalmente se manifiesta por ataques de sueño “reparador”, irresistibles, diariamente. Además otros parámetros como alucinaciones en relación al sueño, parálisis del sueño (querer levantarse y no poder, porque está como paralizado), etc. Es la segunda causa de hipersomnia.
Trastornos respiratorios
Suelen manifestarse como hipersomnia y dentro de ellos tenemos apneas, hipoapneas, ronquidos. Los padecen entre el 2 al 4% de la población.
Las apneas son pausas respiratorias (deja de respirar) más de 10 segundos en adultos. Los factores de riesgo son:
Edad avanzada: las apneas pueden ocurrir a cualquier edad pero son más frecuentes luego de los 60 años. Sexo masculino, (principalmente). En el caso de sexo femenino, se incrementa después de la menopausia.
Obesidad: a mayor sobrepeso, mayor probabilidad de tener apneas.
Efecto sedante de medicamentos o del alcohol: interfiere en la capacidad de despertar para re-iniciar el ciclo respiratorio y puede además favorecer a que las apneas sean más prolongadas.
Las personas con apneas obstructivas del sueño también tienen un riesgo elevado de problemas cardiovasculares, tales como hipertensión arterial, infarto cardíaco, arritmias e infarto cerebral. Existe tratamiento básico como lo relatado para tratamiento de ronquidos pero también pueden utilizarse Dispositivos de avance mandibular o dispositivos de presión positiva de aire sobre la vía aérea denominado CPAP, según el grado de apneas.
Ronquidos: se trata del sonido ocasionado por la vibración que produce el aire al pasar sobre determinadas partes de nuestra vía aérea.
El ronquido se produce debido a una presión negativa que causa colapso y apertura repetitiva de la vía aérea haciendo vibrar las mucosas implicadas.
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