Hasta ahora el esquema preventivo argentino contenía 16 vacunas y con las tres que se incorporarán llegará a 19. Esto significa que la Argentina tendrá uno de los calendarios más ambiciosos del mundo, destacaron Vizzotti y el ministro de Salud de la Provincia, Pablo Yedlin.
“Desde 2003 se incorporaron 13 nuevas vacunas, lo que implica un aumento de 200% de inversión destinado a vacunas”, agregaron.
Según explicó Vizzotti, la vacuna del rotavirus comenzó a aplicarse los primeros días de enero. “El rotavirus es la principal causa de diarrea en los menores de cinco años y tiene mayor impacto entre los menores de un año. Esta enfermedad causa 500.000 consultas y alrededor de 20.000 internaciones al año. Deja un promedio de 30 fallecidos en el país”, remarcó. Podrá ser aplicada en niños que cumplan dos meses a partir del 1 de enero y la segunda dosis será a los cuatro meses. El resultado será muy rápido porque la diarrea es una enfermedad muy aguda, con lo cual la vacuna va a reducir la circulación del virus y a beneficiar a los menores de cinco años, destacó.
Varicela y meningitis
La varicela es motivo de 450.000 consultas al año en el país, 1.000 internaciones y causa alrededor de 30 muertes anuales antes de los 15 meses de edad. Provoca fiebre y erupciones en la piel. Los niños que hayan cumplido 15 meses a partir del 1 de enero deberán vacunarse.
Durante el segundo semestre del año estará disponible la vacuna contra el meningococo, una bacteria que causa meningitis y sepsis; es menos frecuente que las otras, pero muy grave y genera secuelas, que pueden derivar en amputaciones, trastornos neurológicos y auditivos en los niños que no fallecen. La enfermedad está focalizada en menores de un año y cinco años.
El Estado distribuirá las vacunas en 8.600 centros de salud “lo que es un signo de equidad e inclusión muy grande”, dijo Vizzotti.
Por último, la funcionaria destacó que la vacunación en la Argentina es una política de Estado, que tiene un presupuesto destinado del tesoro nacional (no recibe subsidios de ningún organismo internacional). Y remarcó que el programa provocará una disminución de la circulación de los virus y las bacterias lo que beneficiará también a la población que no le corresponde la vacuna por su edad o que tienen alguna contraindicación por eso es un bien social.
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