La EPOC, que afecta al cantante Cacho Castaña (ver aparte), consiste en una obstrucción crónica para el paso del aire a través de los bronquios. Generalmente, es progresiva e irreversible, pero con el tratamiento a tiempo se puede frenar su evolución y mejorar la capacidad pulmonar. El desconocimiento del desorden hace que sea detectado cuando ya está avanzado.
El estudio epidemiológico (que llaman PRISA) se hizo en 4.000 hombres y mujeres, que tienen entre 35 y 74 años y viven en las ciudades de Bariloche y Marcos Paz. Contó con el apoyo financiero del Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de los Estados Unidos. “Como los participantes fueron seleccionados según un riguroso criterio estadístico, los resultados son extrapolables a la población general argentina”, explicó Adolfo Rubinstein, director general del Instituto.
Cada participante aceptó contestar preguntas y hacerse una espirometría, un examen que permite determinar si hay obstrucción en los pulmones. Así se descubrió que el 11% de los participantes padecían EPOC. Pero la gran mayoría lo desconocía. “La EPOC es una enfermedad subdiagnosticada: encontramos que un médico la había diagnosticado sólo en el 10 % de los participantes”, agregó Rubinstein. También se identificó que el 70% de los afectados eran fumadores.
Si la prevalencia es tan alta, ¿por qué los afectados no saben que tienen la enfermedad? “Muchos desconocen la existencia de la EPOC y los médicos suelen pedir electrocardiograma, análisis de sangre y radiografía de tórax en los chequeos, pero se olvidan de pedir espirometrías. Y la radiografía no permite diagnosticar EPOC en etapa temprana”, afirmó Edgardo Sobrino, médico neumonólogo y coordinador de la investigación.
“En las carreras de medicina, la EPOC casi no se enseñaba. Se hablaba más sobre uno de sus componentes, que es el enfisema, por el cual los pulmones pasar de ser como globos a bolsas de papel en las que el aire no puede salir. El otro componente de la EPOC es la bronquitis crónica, que produce tos y flema como síntomas”, afirmó Alejandro Videla, neumonólogo del Hospital Universitario Austral.
En tanto, una encuesta domiciliaria a 1.004 adultos realizada por TNS Gallup a pedido del laboratorio GSK durante el mes de junio en Capital, GBA, Rosario, Mendoza y Córdoba reveló que 8 de cada 10 fumadores que tenían síntomas como falta de aire, tos crónica, catarro bronquial o silbidos en el pecho al respirar, sentían algún grado de preocupación. Sin embargo, sólo 2 de cada 10 argentinos consultaron con un neumonólogo alguna vez. La falta de aire al realizar actividades domésticas fue el síntoma más padecido con el 28%.
“La mayoría de las personas con Epoc son fumadores, y ya sabemos que tanto el consumo de tabaco como la exposición al humo causa la enfermedad. Empiezan con la ‘tos del fumador’, pero no la perciben como un síntoma. Les falta el aire, pero lo van incorporando en su vida cotidiana. Con la campaña pública de comunicación que lanzamos en octubre, estamos logrando que más personas se acerquen al consultorio para hacerse el examen de espirometría a tiempo”, aseguró Cristina Borrajo, presidenta de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
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