martes, 17 de septiembre de 2013


 UN MALESTAR QUE ACOMPAÑA A MUCHOS


¿Porqué tenemos acidez?


Para algunos es “como un fuego que me quema el pecho” o “como un dolor quemante en la boca del estómago”. Para otros es un “ardor o agridez que se siente en la garganta” o “un jugo ácido o amargo que me sube hasta la boca”.
Casi siempre aparece o se agrava con determinadas comidas o bebidas: pizza, tucos, dulces, alcohol, chocolate, dulce de leche, etc. Otras personas refieren que la acidez aparece el agacharse o hacer ejercicios.
Algunos tienen acidez solo durante el día o después de comer, otros la tienen de día y de noche y hasta pueden despertarse en mitad del sueño con una terrible quemazón o con tos y ahogos.
La acidez puede ser ocasional o frecuente.
El tabaco y algunos medicamentos pueden traer o agravar la acidez (hormonas, antiespasmódicos, antiinflamatorios, remedios para el corazóno para prevenir o tratar la osteoporosis).
 
Causa y síntomas
En condiciones normales, el estómago produce un ácido bastante fuerte que es el ácido clorhídrico. Sin embargo, el mismo estómago puede defenderse del ácido porque tiene una capa interna que lo protege.
Cuando esta capa protectora se debilita, el ácido penetra en la pared del estómago y lo daña. Este daño puede producir acidez o dolor que casi siempre se siente en la boca del estómago.
Sin embargo, frecuentemente, la acidez se produce por otro mecanismo. El jugo gástrico con su ácido clorhídrico se escapa del estómago y sube hacia el esófago (parte del tubo digestivo por donde baja la comida desde la boca hasta el estómago).
La subida del contenido ácido del estómago hacia el esófago se denomina Reflujo Gastro-Esofágico y se produce porque falla, de modo transitorio o permanente, una barrera que normalmente tenemos en la unión del esófago con el estómago.
La barrera que impide el reflujo actúa como una válvula que normalmente se abre para dejar pasar la comida, pero que se cierra para evitar el reflujo (barrera antirreflujo).
El Reflujo gastro esofágico es la causa más común de acidez en el pecho, garganta o boca. Sin embargo, también se puede tener acidez porque el esófago y/o estómago se irriten por causas infecciosas (hongos, virus, bacterias), medicamentos e inflamaciones agudas o crónicas. 
¿Qué relación hay entre acidez y la presencia de una hernia hiatal?
El diafragma es un músculo que, a modo de tabique, separa el tórax del abdomen. Por uno de sus orificios naturales (el hiato diafragmático), el esófago pasa como un tubo vertical desde el tórax y entra al abdomen para unirse con el estómago que tiene la forma de una bota de vino.
Cuando a través del hiato diafragmático se desliza el estómago desde el abdomen al tórax, se establece una hernia hiatal por deslizamiento.
Las hernias de este tipo, predisponen a la falla de la barrera antirreflujo y facilitan la posibilidad de tener acidez. Sin embargo, es posible tener hernia hiatal sin acidez o tener acidez sin hernia hiatal.
¿Debo consultar con el médico si tengo acidez?
De hecho, la mayoría de las personas con acidez no lo consulta con los médicos. Sin embargo, se debe acudir al médico en cualquiera de las siguientes condiciones: si la acidez se presenta mas de una vez por semana, si se la tiene desde hace mucho tiempo (años), si altera la calidad de vida, si se acompaña de dolor, si se atasca la comida una vez tragada, si se acompaña de tos crónica, asma, anemia, pérdida de peso, laringitis crónica, erosiones en los dientes o pérdidas de sangre (hemorragias digestivas visibles y ocultas) y cuando no se controlan con cuidados en la dieta o tomando ocasionalmente un antiacido de venta libre.

EN EL PAIS HAY MAS DE 7 MILLONES DE HIPERTENSOS, PERO MAS DE LA MITAD LO DESCONOCE


Hipertensión: corazón y cerebro, amenazados


La enfermedad afecta a las arterias de todo el cuerpo y mulitplica el riesgo de infarto de miocardio y de ataque cerebrovascular: de hecho, 9 de cada 10 argentinos que sufrieron un ACV tenían presión alta persistente.
En Argentina, la hipertensión arterial afecta a alrededor de un tercio de los adultos y, aunque multiplica el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) y de infarto de miocardio, más de la mitad de los enfermos desconoce que sufre el problema y sólo uno de cada cuatro, lo trata. El incremento de personas hipertensas preocupa en todo el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad se cobra más de 7 millones de vidas anuales en todo el mundo y afecta a personas cada vez más jóvenes.
En nuestro país, según datos de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), está presente en más de 1 de cada 10 adultos jóvenes (de hasta 45 años) y su prevalencia trepa al 50% en los mayores de 65 años.
"Hasta los 50 años es hasta cuatro veces más frecuente en los varones, pero las estadísticas se igualan en ambos sexos cuando la mujer termina su edad fértil", explica a Entremujeres el doctor Jorge Lerman, presidente de la FCA.
"La mujer se preocupa habitualmente por realizar la consulta al ginecólogo, por su temor al cáncer ginecológico. Sin embargo, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en la mujer", advierte la doctora Judith M. Zilberman, del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). El riesgo se incrementa notablemente a partir de la postmenopausia.
Preocuparse y ocuparse de esta afección que, por habitual, se subestima, es crucial. La hipertensión no suele presentar síntomas hasta que el daño en las arterias y otros órganos pone la salud (y la vida) del paciente en zona de riesgo. Por eso, los expertos subrayan que el monitoreo de la presión arterial a través de chequeos clínicos periódicos es clave, ya que el control de la enfermedad desmorona un 40% el riesgo de accidentes cardiovasculares y reduce un 20% la probabilidad de un infarto, según estadísticas del ICBA.
Vale el alerta. Las huellas que la hipertensión imprime en el cuerpo son graves. Puede enfermar las arterias del cerebro; puede obstruir las arterias coronarias, causando ataque al corazón o infarto de miocardio; puede derivar en una insuficiencia cardiaca (a partir del agrandamiento del corazón); puede afectar las arterias del fondo de ojo, perturbando seriamente la visión; puede deteriorar el funcionamiento de los riñones hasta producir insuficiencia renal; puede ocluir las arterias de los miembros inferiores con dolores que dificulten la marcha.

El ABC de la hipertensión
  • La presión arterial se mide en milímetros de mercurio y en general se determinan dos valores: la máxima o sistólica y la mínima o diastólica.
  • Se considera que la presión arterial normal debe ser menor de 140 para la máxima y de 90 para la mínima.
  • Controles superiores a esas cifras se consideran hipertensión arterial, siempre y cuando la situación sea persistente.
  • La presión arterial cambia cada vez que el corazón late. Puesto que el corazón late en promedio 100.000 veces por día, todos las personas tienen 100.000 presiones distintas cada día. Por ello, es importante que cuando se toma la presión se realicen al menos 3 mediciones para calcular el promedio que es un dato más confiable.
  • La presión arterial es una variable dinámica que puede cambiar según diversas situaciones fisiológicas. Durante el sueño, por ejemplo, la presión baja, y durante la actividad física, la actividad sexual o ante una crisis emocional, la presión máxima aumenta. Durante las primeras horas de la mañana, inmediatamente luego de despertar, se suelen detectar valores altos de presión.
  • La hipertensión es particularmente perjudicial en quienes tienen otros factores de riesgo como diabetes, colesterol alto, obesidad o tabaquismo. En ellos, la posibilidad de un evento cardiovascular se multiplica hasta 4 veces.

 NUTRICION / NO SALIR EN AYUNAS ES UNA CLAVE PARA ALIMENTARSE BIEN


El desayuno, la comida principal



Hacer la primera ingesta del día en forma completa y balanceada favorece la concentración, el rendimiento y el aprendizaje. Desayunar es importante en especial para los chicos, que están creciendo y formando sus hábitos alimentarios.
Durante la noche, mientras dormimos, nuestro metabolismo trabaja más lentamente. Para ponerse en marcha al comenzar el día, el cuerpo necesita acelerar el metabolismo con un "combustible": el desayuno.
Si en esta primera comida elegimos cereales u otros alimentos bajos en grasas y elevados en hidratos de carbono estaremos obteniendo nutrientes esenciales, logrando sensación de saciedad y disminuyendo el deseo de comer a media mañana. En cambio, saltear la primera comida del día induce a comer alimentos grasos en las horas siguientes, a media mañana y al mediodía.
Esto suele sucederles a los niños que se van de casa con el estómago vacío y luego compran en el kiosco golosinas o chocolates.

Más energía
El rendimiento escolar y laboral mejora con un desayuno de alta energía. Durante la noche bajan los porcentajes de azúcar en sangre, y los niveles muy bajos de azúcar en sangre se asocian con dificultades para memorizar, concentrarse y aprender. Desayunar eleva los niveles de azúcar en sangre y así ayuda al cuerpo a funcionar con mayor efectividad.
Existe también un vínculo entre el cociente intelectual y la ingesta de hierro. El desayuno es una buena oportunidad para consumir alimentos con hierro, como cereales fortificados sin azúcar o panes integrales.
El jugo de naranja brinda vitamina C, necesaria para la absorción del hierro que proviene de fuentes vegetales.
Tomar líquidos
Comenzar el día deshidratado lleva a dificultades de concentración, dolores de cabeza e irritabilidad. Beber agua, jugos de frutas, leche, té o café ayuda a comenzar el día con la hidratación correcta. A partir de los dos años puede introducirse leche semidescremada, en tanto que la leche totalmente descremada no debe utilizarse hasta después de los cinco años de edad.
Variado y regular
Es importante crear y mantener el hábito del desayuno. Cuide que su hijo tome siempre el desayuno antes de ir a la escuela, y propóngale alternativas interesantes para variar los ingredientes. Puede incluir un sandwich de miga, tostadas, frutas frescas o secas entre otras posibilidades, pero manténgalo siempre en forma regular.
¿Apurada?
Lo mejor, como siempre, es educar con el ejemplo. Será difícil que su hijo se habitúe a desayunar si ve que usted no lo hace, o sólo toma mates de pie, en medio de corridas para salir a tiempo. Por eso, genere espacio y tiempo apropiados: tal vez levantarse unos minutos antes facilita la posibilidad de desayunar con la tranquilidad necesaria. También puede dejar preparado desde la noche anterior todo lo posible para el desayuno. Si le falta tiempo, busque alternativas rápidas y fáciles de preparar: un cartón individual de jugo de naranja y una banana grande o una barra de cereal, por ejemplo.

Recuerde que...
  • La leche, el yogur y el queso brindan calcio, importante para tener huesos y dientes sanos, y otros nutrientes esenciales.
  • Los quesos magros aportan menos grasas.
  • El pan integral otorga más saciedad.
  • Los cereales son bajos en grasas y elevados en carbohidratos. Significan una fuente de energía para toda la mañana. Fortificados, brindan vitaminas B, hierro y zinc. Elíjalos sin azúcar.
  • La avena contiene fibra soluble que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol sanguíneo.
La banana es una buena fuente de carbohidratos y potasio.