jueves, 24 de octubre de 2013

El nuevo hospital Papa Francisco beneficiará a 200.000 personas

FUE INAUGURADO POR EL GOBERNADOR URTUBEY EN BARRIO SOLIDARIDAD



El gobernador Juan Manuel Urtubey puso en marcha el nuevo hospital Papa Francisco, que trabajará en red con 26 centros de salud de la zona sureste de la Capital salteña.
Más de 200 mil personas serán las directas beneficiarias de este nuevo servicio construido por el Gobierno de la Provincia, en el que se invirtió 75 millones de pesos en infraestructura, equipamiento y personal, aunque recibirá a todas las personas que necesiten asistencia médica.
En el acto de inauguración, Urtubey ratificó su compromiso y el de la gestión de continuar haciendo obras para que los ciudadanos de la provincia vivan cada día mejor y puedan acceder a todos los servicios.
En diciembre de 2007, cuando se puso al frente de la administración provincial, el Ministerio de Salud Pública tenía menos personal que hacía diez años. Y tomando ese dato insistió en la obligación de seguir trabajando para garantizar mejores condiciones a través de una fuerte presencia del Estado, como verdadero promotor del bienestar social. La mayoría de los 320 empleados del hospital Papa Francisco fueron elegidos a través de un proceso de selección, en el que se evaluaron los antecedentes y se hicieron entrevistas personales.
El nuevo servicio, cuyo director es Rubén Villalón, comenzó a atender con los consultorios externos. El resto de los servicios se irá sumando, dependiendo de la demanda de pacientes. "Había un plan sistemático para priorizar otras formas de prestación, en la que el lucro podía más que la responsabilidad social del Gobierno", recordó el Gobernador para destacar que esa orientación cambió ante la necesidad de recuperar y jerarquizar el sistema público para la gente. Aquí, mencionó los hospitales que la Provincia construye en Embarcación y El Quebrachal, como el que se inauguró hace pocos días en Seclantás. el nombre El nombre Papa Francisco fue elegido por los salteños por una convocatoria realizada por el Gobierno. 
El voto de la mayoría fue destacado por Urtubey, quien también mencionó que los otros dos más elegidos fueron Madre Teresa de Calcula y Padre Chifri. “Evidentemente hay algo en el corazón de los salteños que nos hace elevar la mirada a Dios y buscar la fuerza para enfrentar los desafíos”, enfatizó el mandatario.
El hospital surgió como el área operativa 55 y de él dependen 26 centros de salud, de los barrios: El Manjón, Villa 20 de Junio, El Tribuno, Villa Lavalle, Santa Ana I y San Remo, Villa Palacios, Villa San Luis, Intersindical, Boulogne Sur Mer, La Isla, Villa Esmeralda, 9 de Julio, Floresta, Provipo, Villa Morosini, Ceferino, Cofruthos, Limache, Santa Cecilia, San Ignacio, Santa Ana II, Villa María Ester, Solidaridad, Sanidad y Los Crespones.
 
Servicios
En tanto, el ministro de Salud de la provincia Enrique Heredia comentó que el servicio se habilitó con los consultorios externos y que el resto de los servicios se irán incorporando en forma paulatina y que dependerá de la demanda.
El hospital cuenta con los siguientes ervicios médicos: terapia Intensiva, emergencias; traumatología, oftalmología, otorrinolaringología, obstetricia, ginecología, pediatría, neonatología, cardiología, anestesiología, odontología. También con farmacia, laboratorio, hemoterapia, diagnóstico por Imagen, nutrición, kinesiología y psicología

Alergia a la aspirina y a otros antiinflamatorios


REDUCEN LA INFLAMACIÓN Y EL DOLOR PERO PUEDEN CAUSAR OTROS SÍNTOMAS 




Los fármacos antiinflamatorios no esteroideos son conocidos universalmente en el idioma español por la sigla AINE. Se llaman así para distinguirlos de otros grupos de antiinflamatorios distintos que pertenecen al grupo de la cortisona, y que presentan unos efectos radicalmente diferentes.
Los AINE reducen la inflamación y el dolor, y muchos de ellos sirven además para que circule bien la sangre y no se produzcan coágulos dentro de los vasos (por sus propiedades inhibitorias sobre la función de las plaquetas, que son los elementos de la sangre que contribuyen a formar el coágulo tras una herida). Los AINE realizan todas estas funciones porque alteran el funcionamiento normal de las células, bloqueando una enzima denominada ciclooxigenasa. Las enzimas son proteínas que actúan como una máquina para degradar sustancias muy complejas en otras más simples o con otra función. La enzima ciclooxigenasa es de gran importancia en nuestro organismo, ya que ayuda a mantener el funcionamiento normal de la mucosa del aparato digestivo, del riñón y de las plaquetas.
 
¿Qué tipos de antiinflamatorios existen?
Los AINE pueden ser clasificados de acuerdo con el grado de bloqueo que ejercen sobre la enzima ciclooxigenasa. Así, encontramos AINE que bloquean intensamente esta enzima (como la aspirina); otros que lo hacen de forma débil (como el paracetamol), y otros que, aún con un alto poder antiinflamatorio, no la inhiben (como el celecoxib, el etoricoxib o el parecoxib).
 
¿Qué reacciones adversas predecibles pueden ocurrir al tomar estos fármacos?
Los AINE tienen un gran poder para alterar la mucosa del estómago (son gastroerosivos); algunos alteran la función renal (son nefrotóxicos) y también la coagulabilidad de la sangre. Estas reacciones son predecibles, derivadas de su propio mecanismo de acción, y son más importantes cuanto más potente es el AINE (es decir, aparecen, por ejemplo, con más frecuencia con la aspirina que con el paracetamol). Pero hay otros tipos de reacciones que se presentan de forma inesperada e impredecible tras la administración del AINE, que no se parecen en nada a las anteriores y que tienen poco que ver con el mecanismo de acción de los AINE.
 
¿A qué denominamos alergia a la aspirina y otros AINE?
Los diferentes tipos de alergia a AINE se caracterizan por la aparición brusca (en minutos u horas) de síntomas de tipo respiratorio, en la piel e incluso a nivel general (como por ejemplo, una caída de la tensión arterial) y que pueden verse, bien de forma aislada (por ejemplo, afectando sólo a la piel), o bien, de forma combinada entre ellos (por ejemplo, afectando simultáneamente a la piel y al sistema respiratorio en un mismo paciente). Desde que fueron descritas por primera vez en 1922 por el médico francés Fernand Widal, estas reacciones se han denominado de muchas formas: intolerancia a AINE, asma por aspirina, síndrome ASA-triada, enfermedad respiratoria inducida por aspirina, sensibilidad a AINE… Todas ellas forman parte del término amplio de alergia a AINE.
 
¿Cómo se puede comprobar una reacción a AINE?
En la actualidad, algunos tipos de alergia o intolerancia a AINE pueden confirmarse mediante un examen de laboratorio llamado test de activación de basófilos (TAB), capaz de detectar el porcentaje de basófilos del paciente que se activan (es decir, se degranulan) al ponerse en contacto con uno o varios AINE. Sin embargo, este análisis es complicado, presenta falsos positivos y negativos, y no está disponible más que en un pequeño número de centros.
En los pacientes con asma bronquial y alergia a AINE de tipo respiratorio, pueden llevarse a cabo otras pruebas de exposición inhalatoria (bronquial o nasal) con aspirina.
En esencia, consisten en respirar, por la boca o por la nariz, cantidades crecientes de una solución de lisina-aspirina, que logran crear bien una pequeña respuesta asmática o bien una reacción nasoocular, fácilmente controlables, y que diagnostican (o descartan) de forma fiable a la mayoría de las personas con reacciones de tipo respiratorio.
 
¿Se puede quitar o curar una reacción a AINE?
Aproximadamente, el 10% de los pacientes asmáticos y el 30% de los pacientes con urticaria crónica pueden presentar una reacción por AINE. Una vez que ocurre, la reacción a AINE puede persistir a lo largo de la vida del paciente, por lo que una vez se dispone de un diagnóstico correcto, los consejos de evitación de los AINE deben considerarse vitalicios.
El test de activación de basófilos es el único método de laboratorio que puede ayudar a confirmar esta alergia a fármacos en algunos casos. Por lo demás, la demostración de la reacción tras la exposición al AINE, de forma controlada en el hospital, es el único método definitivo para diagnosticar o descartar estas reacciones.

Mejora y prolonga tu vida

ACEITE DE PEPITAS DE UVA: PREVIENE EL 62% DE ATAQUES AL CORAZÓN


El Aceite de Pepitas de Uva previene el 62% de ataques al corazón e hipertensión. Asi también previene procesos antinflatorios,artriticos,histaminicos, alérgicos,ulcerosos,depresivo y el envejecimiento prematuro de la piel.
El aceite de pepitas de uva esta compuesto en más de un 70% por un AGE: Ácido Graso Esencial (Ácido Linoleico) que nuestro organismo no produce por sí sólo, y es necesario introducirlo en la dieta. Contiene también Ácido Linolénico (Omega 3), Vitamina E y Polifenoles que son poderosos antioxidantes.
Este grupo de sustancias transforman al Aceite de Pepitas de Uva en un ALIADO PARA NUESTRA SALUD. Ayuda a reducir el Colesterol malo (LDL) Y LO Triglicéridos y aumenta el Colesterol bueno (HDL), fundamental para la conservación de la salud cardiovascular y la prevención de Obesidad y Diabetes. (Journal of American College of Cardiology 14- 3-1993).
También es un aliado en la prevención de la agregación plaquetaria y en la protección de las mucosas.
El aceite de pepitas de uva OLIVI Hnos. se extrae de semillas de uvas cultivadas en la provincia de Mendoza, Argentina, en el marco espectacular de la Cordillera de Los Andes, una de las zonas menos contaminadas del planeta y regadas con agua de deshielo. OLIVI Hnos. elabora este aceite desde 1965.

Combatir el cáncer
Se ha observado que el aceite de uva puede evitar el crecimiento de células cancerígenas en ciertas partes del cuerpo, especialmente en los senos, el colon, el estómago, la próstata y los pulmones. Además, durante un tratamiento de quimioterapia, el aceite proveniente de las semillas de la uva puede disminuir el daño que sufren las células debido a los agresivos compuestos químicos. Son las destacables propiedades antioxidantes de la uva las que hacen que el aceite tenga tales beneficios en la lucha contra el cáncer.

Beneficios antiinflamatorios
El aceite de uva es utilizado como un tratamiento homeopático para el asma. Dado que el aceite posee propiedades antiinflamatorias, puede ayudar a reducir la inflamación de las vías respiratorias y su contenido de antioxidantes evita que se produzca mucosidad en los pulmones. Además, puede evitar las reacciones alérgicas que disparan un ataque de asma, dado que el aceite inhibe la producción de histamina que se genera en un ataque de esta naturaleza.

Belleza
El aceite de pepitas de uva es uno de los mejores conductores de los aceites esenciales para hacer masajes. El penetra profundamente en la piel hasta la circulación sanguínea. Resbala bien sobre la piel y no la deja pegajosa como muchos otros aceites.
Recomendado por sus captadores de hidratación y su contribución al mantenimiento de la película lipídica protectora de las pieles maduras, frágiles o muy sensibles, el aceite de pepitas de uva es apreciado también por su papel emoliente. Contribuye a magnificar el tono de la piel.

Cocina
El aceite de pepitas de uva es muy recomendado para cocción de alimentos por su alta resistencia a las temperaturas de cocción, impidiendo la formación de ácidos grasos trans y radicales libres. Esta propiedad, sumado a su sabor no graso, frutado y delicado acentúa el sabor de las comidas y lo hace óptimo para frituras, mayonesas y ensaladas.


Cuando el trabajo “quema”

¿Estás “fundida/o”, “agotada/o”, “no das más”?


Se trata de un proceso por el cual las personas pierden interés en su trabajo hasta llegar, incluso, a profundas depresiones. Estar “fundida/o”, “agotada/o”, “no dar más” son expresiones que pueden ser asociadas al síndrome de burnout, considerado “el nuevo mal del siglo”. Lo sufren empresarios o profesionales que desarrollan sus actividades con eficacia, a costa de sentirse “quemados” por dentro. Se trata de un “proceso paulatino por el cual las personas pierden interés en su trabajo hasta llegar, incluso, a profundas depresiones, que pueden acabar con su propia vida”, explican Daniel Colombo y la psicóloga Mónica Muruaga, autores del libro “Preparados… Listos… ¡Out! Manual para sobrevivir al estrés”.
El ritmo de vida y las múltiples tareas que deben asumir hoy hombres y mujeres hace que el estrés sea una palabra corriente en nuestro vocabulario y sea considerada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) una “enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo, que perjudica la producción al afectar la salud física y mental de los trabajadores”.
En lo que tiene que ver específicamente con el ámbito laboral, es necesario diferenciar el estrés laboral del síndrome burnout. El primero es “el resultado de exigir mucho al cuerpo y a la mente y saturarlas en sus límites normales”, explica la licenciada Carmela Rivadeneira, del Centro de Terapia Cognitivo Conductual y Ciencias del Comportamiento (CETECIC).
Indica, además, que “el burnout es otro fenómeno que aún no se tipifica como trastorno, pero sí está cada vez más usado como figura asociada al estrés laboral. En el burnout, la característica principal es que la persona tiene sus parámetros fisiológicos elevadísimos (presión arterial, taquicardia, gastritis, etc.) y no se da cuenta de ello. Es como si se hubiera habituado a sentirse mal y ya ni lo percibe, lo cual lo hace en sí mismo un diagnóstico peligroso”.
 
¿Qué factores lo generan?
Según un sondeo realizado por Trabajando.com a 3.100 personas, el 82% se encuentra insatisfecho con su trabajo actual. De ellos, el 63% está buscando otras opciones, un 10% lo toma como una ayuda mientras arma su propio proyecto y el 9% dice que, pese a que no le gusta, se conforma.
Estudios realizados muestran que el síndrome de burnout afecta, al menos, al 30% de la población en forma agravada y esta cifra sube al 50% en estadios más leves. En este contexto, pueden surgir tensiones laborales, acumulación de tareas, irritabilidad, peleas, sensación de falta de tiempo y baja motivación. Es necesario detectar cuándo se traspasa el límite.
Existen varios factores que pueden generar estrés. Entre los relacionados con la actividad laboral, se encuentran la presión de la actividad, el ámbito de trabajo, los vínculos con los superiores y/o compañeros. En las mujeres, además, los movimientos hormonales (período menstrual, embarazo o menopausia) predisponen al aumento de la sensibilidad y al surgimiento de estrés”.

Mitos y verdades sobre las fechas de vencimiento

¿Se pueden consumir productos vencidos?; Los descuidos de los consumidores



Están quienes revisan rigurosamente las fechas de vencimiento de todo lo que consumen y tiran los alimentos el mismo día que se vencen, por más que el producto esté en buen estado. En el otro extremo, hay mamás que por descuido le dan a sus hijos un remedio vencido. 
¿Cuán relevante es atender a las fechas de caducidad?. La vida útil de un alimento indica el tiempo que transcurre desde su elaboración hasta su deterioro e indica hasta qué momento puede ser consumido; hace a la seguridad alimentaria porque luego de ese período el producto puede verse alterado.
Con respecto a los medicamentos, todos tienen un período de vencimiento porque las sustancias químicas que los componen y que producen el efecto terapéutico se degradan con el tiempo o se transforman.
Consumir un alimento vencido no implica un riesgo directo para la salud. Eso podría ser un mito. De todos modos, ningún médico lo recomienda, sobre todo, porque el consumidor no es un experto para evaluar el estado real del producto.
La médica especialista en nutrición mónica Katz explica que la fecha de vencimiento va dirigida a aquellos productos más perecederos, es decir, con más riesgos de contaminación y es importante tenerla en cuenta porque indican al consumidor hasta cuándo se lo puede consumir. El problema de no respetar la caducidad no es sólo la pérdida de nutrientes y la calidad del producto, sino que justamente lo más preocupante es la contaminación y la toxicidad. "Los alimentos se deterioran siempre, algunos más rápidamente que otros, pero no significa que el día posterior a la fecha de vencimiento sea peligroso comerlos, siempre hay margen de consumo", aclara la profesional. "Si un producto cambia de aroma, sabor, humedad o crocantes no peligra la salud del consumidor".
Por un lado, la industria tiene la obligación de informar para una mejor conservación del producto indicando la fecha de caducidad; pero, por otra parte, "luego de adquirido un artículo el resto del cuidado depende del consumidor, que no está muy educado al respecto y eso aumenta la importancia de la fecha de vencimiento", enfatiza la nutricionista. "La más peligrosa es sin duda la caducidad microbiológica porque si un producto cambia de aroma, sabor, humedad o crocantes no peligra la salud del consumidor", manifiesta. falta de conciencia.
El presidente de la asociación Consumidores Libres, el ex diputado Héctor Polino, se detiene en la falta de conciencia de los consumidores respecto de este tema. "El consumidor se fija muy poco en los vencimientos, no hay una preocupación muy difundida". Polino cuenta que desde la asociación realizan recorridos periódicos por supermercados y comercios de alimentos para verificar el estado de los productos -el control oficial a nivel nacional corresponde a la subsecretaría de Defensa del Consumidor. Informa que es más común de lo que quisiera encontrar en las góndolas productos vencidos o muy próximos a vencer. "Suelen verse promociones cuando están a punto de vencer. Algunos productos se venden el mismo día de vencimiento, lo que es muy probable que se termine consumiendo vencido o tirándose, porque cuando alguien va al súper suele comprar para varios días", señala. Dice que esto ocurre sobre todo en lácteos.
La asociación detectó también otras maniobras. Suele darse el caso de artículos de panificación que directamente no tienen fecha de elaboración ni vencimiento. "Esa información al consumidor debe estar", recuerda Polino. Y se refiere también al engaño que percibieron recientemente en una bombonería. "Detectamos cajas de bombones importados con doble estampilla. Cuando levantamos una, la de abajo tenía otra fecha y estaba vencida", denuncia.
 
Alimentos que no se vencen
La nutricionista Mónica Katz revela que hay muy pocos alimentos sin caducidad real, como pueden ser los cereales, las legumbres, el azúcar o la miel, todos ellos con muy bajo grado de humedad (inferior al 10 o 15 por ciento) y siempre que se conserven en un lugar seco, fresco y oscuro. Contrasta: "Los yogures poseen alta humedad (superior al 85 por ciento) y, por tanto, son susceptibles de sufrir deterioro por crecimiento de microorganismos".
"Por ejemplo, la inmensa mayoría de los yogures se pueden consumir después de la fecha de caducidad sin riesgo para la salud, siempre que en el proceso de fabricación no hayan sufrido ningún accidente que haya dañado el envase". La nutricionista explica que, en general, la fecha de caducidad de los productos es más bien una de consumo preferente. Además, la temperatura es uno de los factores más importantes para el almacenamiento y de ellos depende que la fecha de vencimiento sea la que figura impresa.
Las cifras oficiales de Salud en EE.UU. muestran que se desperdicia alrededor del 14 % de los alimentos que se compran anualmente.
En la Argentina no hay estadísticas, pero la ONU para la Alimentación y la Agricultura estima que en el mundo se tira un tercio de los alimentos que se producen cada año; y calcula que en los hogares el 40 por ciento de los artículos que se compran terminan en la basura.

Medicamentos: respetar el vencimiento es vital

Luego de la fecha de vencimiento no debe utilizarse ningún medicamento", enfatiza Javier Valverde, director del observatorio integral de medicamentos de la universidad Maimónides y autoridad del Consejo general del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de la Capital Federal . Luego se explaya: "Las variaciones químicas en la mayoría de los casos producen efectos nocivos como intoxicaciones hepáticas, irritación de la membrana gástrica o cefaleas intensas. En el mejor de los casos puede no atentar contra la salud pero no cumple el efecto para el que se lo toma".
El especialista recuerda que la legislación exige que todo medicamento contenga prospectos con información sobre las condiciones recomendadas de almacenamiento y la fecha de vencimiento impresa tanto en el blíster como en la caja que lo contiene; además señala en su artículo 19 que "Queda prohibido la elaboración, tenencia, fraccionamiento, circulación, distribución y entrega al público de productos impuros o ilegítimos. Entre estos se encuentran los vencidos".
La importancia de respetar el vencimiento es vital: una vez pasada esa fecha, todas las preparaciones químicas se degradan o se transforman y los medicamentos pierden eficacia y algunos suelen desarrollar efectos adversos en el organismo.
La fecha de vencimiento identifica el tiempo en el que el preparado se mantendrá estable si se lo almacena bajo las condiciones recomendadas.
 
Los antibióticos
En el caso de los antibióticos son los más delicados porque per se son más propensos a descomponerse químicamente, mucho más si es líquido. El especialista pide mayor atención a las mamás, que suelen guardar el Amoxidal pediátrico por más de una semana -que es lo que indica el prospecto como fecha de vencimiento- y se lo dan sin consultar al médico ante una infección.
"Cuando al niño se le da un medicamento vencido se genera diarrea y pierde mucho líquido; se complica mucho más el cuadro de infección", agrega.
Los adultos tampoco están exentos de complicaciones mayores. "Si una persona está medicada para hipertensión y la medicación que toma está vencida y no le hace efecto podría padecer un ataque cardíaco o un ACV.
Para alguien con diabetes significaría un descontrol de la glucosa en sangre y así con otras enfermedades crónicas", explica Valverde, miembro de Farmacopea Nacional Argentina.
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) es el organismo responsable de realizar las inspecciones en los comercios. "Los controles son rigurosos y, en general, por la alta rotación de medicamentos en farmacias y porque no hay locales sobreestockeados, no hay productos vencidos a la venta", informa este miembro de Farmacopea. Informa que hay un plazo razonable para devolver a la droguería el medicamento que está por vencer.
Uno de los problemas que señala el sector es la posibilidad de venta libre de medicamentos en kioscos o, incluso, supermercados, que se da en Buenos Aires. La ley que fue vetada por el jefe de la Ciudad, Mauricio Macri, establecía que sólo se podía vender medicamentos en farmacias habilitadas. "El problema de vender en la vía pública medicamentos fraccionados es que torna imposible el control; los vencimientos no se pueden constatar ni en los blísters ni en las cajas", cuestiona el farmacéutico.