lunes, 25 de julio de 2011

Autismo, un drama silencioso


Los niños que padecen autismo necesitan de muchas cosas, pero las más importantes son el amor y la constancia, ya que los que sufren de esta patología necesitan seguridad sobre las cosas que vivirán (que el mundo sea predecible) una buena rutina y no un caos.
Las causas del autismo aún se desconocen, pero existen algunas teorías que pueden explicar esta enfermedad.  Algunos estudios relacionan el autismo con una falta de afectividad en la infancia. En ocasiones, se ha relacionado el autismo con una educación sostenida por padres distantes, fríos y demasiado intelectuales.
Por otro lado parece existir alguna base neurológica en el desarrollo de esta enfermedad (anomalías biológicas o químicas en el cerebro),  aunque no está demostrado.

 Perfil de un niño autista

El niño autista tiene una mirada que no mira, pero que traspasa. En el lactante, se suele observar un balbuceo monótono del sonido, un balbuceo tardío y una falta de contacto con su entorno, así como un lenguaje gestual. En sus primeras inteacciones con los demás, lo primero que se detecta es que no sigue a la madre en sus intentos de comunicación y puede entretenerse con un objeto sin saber para qué sirve.
En la etapa preescolar, el niño empieza a parecer extraño porque no habla. Le cuesta asumir el yo e identificar a los demás. No establece contacto con los demás de ninguna forma. Estos niños autistas pueden presentar conductas agresivas, incluso para sí mismos.
Otra característica del autismo es la tendencia a llevar a cabo actividades de poco alcance de manera repetitiva como dar vueltas o llevar a cabo movimientos rítmicos con su cuerpo (aletear con sus brazos).
Los autistas con un alto nivel funcional pueden repetir los anuncios comerciales de la televisión o llevar a cabo rituales complejos al acostarse a dormir.
En la adolescencia, se dice que 1/3 de los autistas suelen sufrir ataques epilépticos, lo cual hace pensar en una causa de origen nervioso.

¿Existe tratamiento?

La educación especial es el tratamiento fundamental y puede darse en la escuela específica o bien en dedicación muy individualizada ("Maternage").
Se puede recurrir a la psicoterapia, aunque los resultados son escasos debido a que el déficit cognitivo y del lenguaje dificultan la terapéutica.
 El apoyo familiar es de gran utilidad. Los padres deben saber que la alteración autista no es un trastorno afectivo relacionado con la crianza.
Es recomendable buscar y mantener contactos con asociaciones para padres de niños autistas.
Hay considerar también el tratamiento farmacológico, que deberá estar indicado por un medico especialista.

La detección temprana de la miopía

ENTREVISTA AL DR ROLANDO LAHAM


“La miopía se produce cuando las lentes naturales del ojo (córnea y cristalino) son incapaces de enfocar correctamente la imagen en la retina, lo que suele producirse en ojos demasiado grandes. El miope, dependiendo del grado de su patología, puede leer y ver aceptablemente de cerca, pero no consigue enfocar los objetos a media y larga distancia”, explicó el Dr Rolando Mario Laham, oftalmologo salteño (MP 3217)  en una charla con la Revista “DSALUD” . El profesional resaltó que esta alteración frecuentemente inicia en la infancia y afecta a hombres y a mujeres por igual. “La miopía progresa rápidamente, en especial en adolescentes, y es necesario cambiar los anteojos con frecuencia. Esta enfermedad se estabiliza después de los 20 años y a partir de entonces no requiere muchos cambios hasta después de los 40 años de edad, cuando otros problemas oculares propios de la madurez comienzan a presentarse”, añadió Laham.

Síntomas

El principal síntoma es la visión borrosa, especialmente a larga y media distancia, como una pizarra, la televisión o la computadora. La falta de nitidez empeora por la noche con poca luz, y puede contribuir a dolores de cabeza y migrañas.
Entrecerrar los ojos, incapacidad de distinguir los rasgos faciales de una persona a larga distancia, cansancio ocular, bajo rendimiento escolar en los niños, son otros de los síntomas más frecuentes.
“Cuando la miopía aparece en un niño, es muy probable que él no se de cuenta de que ve borroso, hasta que un día, compara su visión con la de otros niños y comprueba que ellos ven objetos que él no puede distinguir. Es fundamental, por lo tanto, realizar controles visuales a los niños con el fin de detectar a tiempo posibles alteraciones”, aconseja Laham. 

A quienes afecta

 La edad y la genética juegan un papel fundamental. Estudios recientes indican que hay relación entre actividades en espacios reducidos, como la lectura, pueden incidir en el desarrollo y progreso de la miopía. Los estudios indican que las personas que trabajan en actividades con mucha lectura, manifiestan índices mayores de miopía. 

¿Cómo se trata?

Una vez que se ha realizado el examen visual y que se ha determinado la cantidad de miopía, podemos proporcionar la compensación óptica para la miopía en forma de gafas o de lentes de contacto. Mediante esta compensación se pretende que la persona logre una visión clara y confortable. Entre los factores que el profesional de la visión debe valorar a la hora de decidir si una persona necesita llevar lentes para la miopía están: la edad, la cantidad de miopía, la ocupación y necesidades visuales, así como determinar si la miopía se presenta aislada o acompañada de otras condiciones oculares. 
 Para los que practican deporte, las lentes de contacto son más aconsejables y muchas personas también las prefieren por razones estéticas. Cuando la cantidad de miopía es alta, la visión obtenida con lentes de contacto suele ser mejor que con anteojos, debido a que las gafas hacen que los objetos se vean un poco más pequeños, ya que existe una distancia entre el ojo y la lente, al contrario que en el caso de las lentillas que están en contacto con el ojo.