martes, 2 de diciembre de 2014

La importancia de comer menos y sano para prevenir la diabetes

La diabetes tipo 2, la más común de todas, sigue aumentando. A tal grado, que ya se la cataloga como epidemia al comprometer a más de 400 millones de personas en todo el planeta y producir cinco millones de muertes cada año.  Esto es consecuencia de la obesidad y el sedentarismo, porque comemos de más y nos movemos menos de lo necesario para mantener la salud.
Mejorar la calidad de la alimentación es fundamental para evitar el aumento de la enfermedad que, en la Argentina la padecen dos millones y medio de personas, pero el 50% lo desconoce y por lo tanto, no recibe tratamiento alguno.
Convivir con la diabetes no es tarea sencilla. Se debe modificar los hábitos alimenticios de por vida, incluir actividad física rutinaria, tomar medicación y estar listo para enfrentar varios cambios y conductas.

La clave de la alimentación

La alimentación es clave para una vida sana, en especial para un paciente que sufre de diabetes.
"Lo que come, en el momento del día que lo come y la cantidad que come, pueden afectar los índices de glucosa en su cuerpo. Es por eso que el paciente diabético debe tener una dieta especial, que incluya un listado de alimentos que pueda consumir y de aquellos a evitar", afirmó  María Alejandra Rodríguez Zía, médica Clínica y Endocrinóloga por la Universidad de Buenos Aires.
Según la experta, es necesario que suspenda el consumo de todo tipo de harinas refinadas de trigo, azúcares, arroz blanco, papa y avena. También debe eliminar la miel en cualquiera de sus formas. Se apunta a que incorpore hidratos de absorción muy lenta como el arroz integral, el grano de trigo entero y el grano de avena.
"Si come un plato de pastas, es mejor que esté mezclado con verduras de hojas verdes para que en el estómago se promueva un enlentecimiento de la digestión de la pasta y así, la insulina suba lentamente y no se produzca la hipoglucemia. Con todo, lo ideal es descartar las pastas y optar por un menú a base de carne, pescado, pollo, vegetales verdes, rojos y anaranjados, huevos, lácteos, frutas con cáscara y legumbres (lentejas, garbanzos, porotos y arvejas)", afirmó Rodríguez Zía.
La Federación Internacional de la Diabetes, hizo hincapié este año en la importancia de un buen desayuno para ayudar a controlar la diabetes. Médicos internacionales destacaron que desayunar es especialmente importante para las personas con diabetes que se encuentran en tratamiento con insulina, ya que estar en ayunas incrementa el riesgo de sufrir un episodio de hipoglucemia.
La diabetes tipo 2, que es la que aparece con más frecuencia, al estar relacionada con la obesidad se puede tratar de evitar en gran medida adoptando hábitos de vida saludables, como por ejemplo:
- Aumentar el consumo de frutas y hortalizas
- Evitar los alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, quesos, etc.)
- Cocinar sin agregar sal. Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.
- Realizar 6 comidas diarias: 4 principales y 2 colaciones
- Consumir carnes rojas o blancas (pollo o pescado) no más de 5 veces por semana.
- Evitar el sobrepeso.
- Sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física de manera continua o acumulada: usar escaleras en lugar del ascensor, caminar, etc.
- Y muy importante, no fumar. Incluso pocos cigarrillos por día son muy dañinos para las arterias, en especial para las personas diabeticas.
Las personas con diabetes pueden comer los mismos alimentos que disfruta la familia. Es necesario cierto nivel de planificación, pero puede incorporar sus alimentos preferidos a su plan de alimentación y aun así controlar su glucosa, presión y colesterol.

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